Sobre la presencia de San Miguel Arcángel en el Santuario de Schoenstatt.

Sobre la presencia de San Miguel Arcángel en el Santuario de Schoenstatt.

En 1912 el Padre Jose Kentenich fue encargado de la dirección espiritual de los jóvenes del seminario menor de los Padre Palotinos en el valle de Schoenstatt, cercano a Vallendar. Le fue entregada una capilla dedicada a San Miguel, en el cementerio cercano al seminario y que pertenecía a los padres Palotinos. Este lugar utilizado en aquel momento como almacén de herramientas fue arreglado y utilizado como centro de reunión de la Congregación Mariana que el Padre había fundado siguiendo el modelo pedagógico de la época. El 29 de septiembre de 1914, el padre Kolb, superior provincial de los Palotinos, donó una nueva estatua de San Miguel como su regalo para la re apertura de la capilla.

En los cementerios es habitual una capilla dedicada a San Miguel pues se le asigna la misión de acompañar a las almas de los fieles difuntos y pesar en su balanza las obras buenas y malas, pisando a satanás que intenta vencer la balanza de su lado. San Miguel Arcángel pisa la cabeza de satanás para que el juicio sea justo.

En el destierro a Milwaukee los Padres Palotinos tenían una comunidad cerca del Cementerio de San Miguel donde hay una iglesia dedicada al Arcángel. El santuario de Pozuelo también está construido cerca del Cementerio municipal, posiblemente no sean las únicas coincidencias. Esto parece una curiosidad pero si es la Santísima Virgen la que busca los lugares vemos que es una característica que podemos estudiar pues Dios no hace nada al azar.

La nueva imagen del Arcángel San Miguel, ya sin balanza, pero con una lanza signo de su lucha victoriosa contra Lucifer, cedió el puesto de honor del altar a la Virgen Tres Veces Admirable de Schoenstatt y fue colocado en el lateral del altar.

El P. K. señala: ¨San Miguel es primeramente… el protector del Santísimo Sacramento del altar. La segunda gran tarea del Arcángel San Miguel es ser el ayudante nato y escogido de la querida Madre de Dios en la lucha contra el Demonio… Al colocarnos al lado de San Miguel, en él y con él, ayudamos a la querida Madre de Dios a vencer al Demonio y a los poderes demoníacos en el mundo actual¨. (Palabras del P.K. a la Liga Apostólica en 1966).

En el libro de “Hacia el Padre” el P. Kentenich cita a San Miguel en su oración de exorcismo:
Primera Versión
633 Surja Dios Padre,
se dispersen sus enemigos
y huyan de su presencia
los que lo odian.
634 Surja Dios Hijo,
se dispersen sus enemigos
y huyan de su presencia
los que lo odian.
635 Surja Dios Espíritu Santo,
se dispersen sus enemigos
y huyan de su presencia
los que lo odian.
636 Surja la Bienaventurada Virgen María,
todos los ángeles y santos,
(San Miguel arcángel y San Vicente Palotti),
se dispersen sus enemigos
y huyan de su presencia
los que los odian.
Amén
Segunda Versión
637 Surja Dios,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
surja la Bienaventurada Virgen María,
y todos los ángeles y santos,
se dispersen sus enemigos
y huyan de su presencia
los que los odian. Amén
Tercera Versión
638 Surja Dios,
se dispersen sus enemigos
y huyan de su presencia
los que lo odian.
Amén

En una entrevista con Fray José Ignacio González Villanueva, Sacerdote Benedictino del Monasterio de la Santa Cruz del Valle de los Caídos me subrayó que hay pocos fundadores que dejen a su familia una oración de exorcismo y que eso era para usarla. Los benedictinos son muy famosos por la Cruz de San Benito que lleva inscrita una oración de exorcismo de su Santo Padre Benito.

Según el Padre Kentenich, deberíamos pedir más la bendición de Dios sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Y también deberíamos rezar diariamente la oración de exorcismo del Hacia el Padre sobre nosotros, nuestros hijos y nuestro hogar, ya que somos un campo de batalla entre las fuerzas divinas y las fuerzas diabólicas.

Esta lucha entre el bien y el mal no se percibe muy presente en un Movimiento cuya espiritualidad es la Santidad de la vida diaria, como que no se ve en lo ordinario un campo de batalla sino una mesa de familia con las vivencias del día y los trajines propios de la educación de los hijos. Sin embargo otras veces tocan «tiempos apocalípticos» para los que hay que estar preparados,

Este libro «Tiempos Apocalípticos» del Padre Kentenich recoge 11 charlas dictadas en la segunda Jornada pedagógica en Bellavista del 9 al 11 de marzo de 1951, durante un fin de semana.

Supongo que para los schoenstattianos chilenos, en el tiempo actual, ven su tierra ya como un campo de batalla. Para ellos nuestra oración.

Por desgracia los tiempos que se avecinan para España no son mas halagüeños, sino que cada vez mas se están acercando a lo que vivieron nuestros abuelos y nuestros padres, un campo de batalla.

En 2014 el Museo Reina Sofía de Madrid hizo famosa la obra la obra ‘Cajita de fósforos’, del colectivo argentino Mujeres Públicas, en la que se lee el mensaje ‘La única iglesia que ilumina es la que arde.

Traigo aquí un texto del P. Kentenich que ilumina este progreso hacia la barbarie:

Hace mas o menos dos años viaje a Estados Unidos y estuve en contacto con los obispos de allá. Ellos, sin entender, se hacían una y otra vez la siguiente pregunta: ¿Cómo puede haber sido posible que un pueblo tan culto como el alemán haya sido victima  del infierno y se hayan cometido las barbaridades que cada vez se hacen más públicas? Y siempre añadían, ya sea directa o indirectamente, consciente o inconscientemente: «Algo así jamás ocurriría en Estados Unidos». Yo me acuerdo que en Alemania decían lo mismo cuando ocurrieron las grandes revoluciones en España y Portugal. Siempre decían: ¡En nuestro pueblo tan culto jamás ocurrirían tales barbaridades! Y un par de años después era increíble todo lo que ocurría en Alemania. Por esto, siempre les daba la misma respuesta a los obispos norteamericanos, respuesta de la que cada día estoy mas seguro. A menudo les hacia la misma aclaración: ustedes no se pueden imaginar ni explicar la la situación en Europa, si no calculan y ni se convencen de que el Dios vivo le dio poder al demonio para azotar a Occidente. El soltó allá al demonio. Y yo siempre añadía: cuando el demonio reciba el mismo poder en Estados Unidos, les garantizo que las barbaridades y destrucciones no serán menos aquí que en Europa. Tiempos Apocalípticos . José Kentenich. Tercera conferencia del 9 de marzo de 1951

 

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