En la vida de SAN FELIPE BENICIO (1233-1285), Prior general de la Orden de los servitas de María, se cuenta que el día 2 de junio de 1259, cuando estaba celebrando su primera misa, todos los presentes, al momento de la elevación, oyeron un canto tan hermoso y sublime que quedaron como fuera de sí de emoción, pues parecía que un coro invisible de ángeles entonaba el Santo, Santo, Santo… De esta manera, el cielo ratificaba la decisión que habían tomado los superiores de ordenarlo sacerdote, a pesar
de las reticencias de algunos por parecer demasiado insignificante, humanamente hablando, para ser sacerdote.
Los Santos y los Ángeles: San Felipe Benicio
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