MARÍA LATASTE (1822-1847) fue una gran mística francesa. Ella escribe:
Existe la más íntima unión entre los hombres y ángeles, y debe ser una unión para siempre. Dios ha creado al hombre y lo ha confiado a la custodia de los ángeles. Los ángeles permanecen a su lado. Todos los hombres tienen un ángel custodio por voluntad del Padre del cielo… Los ángeles alejan de nosotros los males del cuerpo y del alma, luchan contra nuestros enemigos y nos incitan a obrar el bien, llevan nuestras oraciones a Dios y escriben nuestras buenas acciones en el libro de la vida. Rezan por nosotros y nos acompañan hasta nuestra muerte y después de ella hasta que lleguemos al cielo. Nuestro ángel nos seguirá siempre por todas partes, cada día de nuestra vida y nos presentará ante Dios al final de nuestra existencia [1].
[1] Darbins Pascal, Vie et oeuvres de soeur Marie Lataste, Ed. Tequi, Paris, 1974, p. 15 ss.