El cuarto angel en el Valle de los Caidos

En la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caidos (El Escorial – Madrid) existen cuatro estatuas de bronce, de 7 metro de altura cada una que representan ángeles. Por sus símbolos podemos deducir sus nombre. El primero el Arcángel San Miguel con su espada en la mano. El según el Arcángel San Gabriel con una azucena. El tercero el Arcángel San Rafael con un pez. ¿Y el cuarto? El cuarto ángel está con las manos unidas en oración y con capucha y la cabeza gacha.

En algunas web lo nombran como el Arcángel San Uriel, pero este suele ser adornado con símbolos tales como una espada de fuego como en Génesis 3, 24 o un fuego en la palma de sus manos. El nombre de Uriel significa Fuego de Dios. Uriel es el cuarto de los Siete Espíritus Asistentes, como nos dice San Aníbal María de Francia, y es el espíritu de ocultamiento, paciencia y perseverancia, otorgado por Jesús en ciertos momentos difíciles, en su mayoría desconocidos para la memoria de los fieles. Se invoca en resistencia, protección y defensa contra el acoso diabólico y, a menudo, para pedir luz celestial y ayuda. San Uriel también interpreta el oficio de inflamar los corazones de los hombres con la llama del amor divino, que proviene directamente del ardiente corazón de Nuestro Señor. Jesucristo Pero lo hace en silencio, escondido, entre las paredes de una pequeña habitación o las rejas de un monasterio. El suyo es un ministerio tranquilo y pacífico que arde en secreto de una llama que se alimenta frente al tabernáculo en llamas del Corazón de Jesús. Uriel está inmerso en la llama salvadora del Sagrado Corazón de Jesucristo, como reveló el Ángel Guardián de Santa María Margarita Alacoque:

«Soy uno de los siete espíritus que están más cerca del trono de Dios y que participen de las llamas del Sagrado Corazón de Jesucristo y mi intención es comunicártelas hasta donde puedas recibirlas».

Pero el ángel del que hablamos no lleva ninguna de estas simbologías.

Leemos lo que pone en las guías turísticas valledeloscaidos.es y copiado en otras web:

San Uriel, como fue conocido en la Edad Media cristiana sobre todo a partir de San Isidoro de Sevilla, es el Yezrael o Azrael de los judíos y está representado de la misma forma en que éstos lo hacen: con la cabeza inclinada y cubierta y las manos en alto en actitud orante. Es el arcángel que −según algunos relatos apócrifos del Antiguo Testamento no considerados como inspirados por Dios, si bien la Tradición judía y cristiana ha aceptado algunos elementos de ellos− presenta los difuntos ante Yahveh: de ahí también que es el que presenta las almas de los caídos ante Dios. De los cuatro arcángeles de la Basílica, es el que más llama la atención de los visitantes.

En esta interpretación Azrael, el Ángel de la Muerte o de la Transición suele llevar como vestimenta una larga sotana con capucha. Otras veces lleva el libro de la vida donde apunta las almas que nacen y las que mueren o bien se representa con larga sotana, capucha y una guadaña.

Sin embargo Azrael no pertenece al cristianismo actual: ni al católico ni al protestante (evangelista, mormón, adventista, etc.) no al menos a nivel oficial o canónico.

Su nombre deriva del árabe Izrail (que significa «Aquél a quien Dios ayuda»), en el islam contrario a lo que piensan muchos no aparece este nombre en ninguna parte del Corán ni en ningún hadiz pero si aparece la figura del ángel de la muerte o Malak al-Mawt (ملك الموت) siendo Izraill solo un nombre atribuido sin base en la aqidah (fe islámica) Otros de los nombres que se le atribuyen son: Azrail, Ashriel, Azaril, Azriel, Baltazar y Ozryel.

No hay referencia a Azrael en la biblia católica y no se le considera una figura canónica en la cristiandad. Sin embargo, hay una historia considerada apócrifa en 2 Esdras. 2 Esdras cuenta la historia de un escriba y juez llamado Ezra, a veces escrito «Azra» en distintos idiomas. Azra fue visitado por el arcángel Uriel quien le dio una lista de leyes y castigos a los que adherirse y que aplicar como juez. Azra vuelve aparecer en los textos apócrifos entrando al Cielo «sin probar la marca de la muerte». Según varios opiniones religiosas, puede interpretarse como Ezra ascendiendo a la posición angelical. Esto añadiría el sufijo «el» a su nombre, que denota a los seres divinos (p.ej: Miguel, Rafael, Uriel). Por lo tanto, sería Ezrael/Azrael. Esto le convertiría en el ángel castigador, según la opinión del personaje de Jean Paul Valley (También llamado Azrael). Los libros posteriores también afirman que un escriba llamado Salathiel dijo «Yo, Salathiel, quien también es Ezra«. De nuevo, según las distintas opiniones de la espiritualidad cristiana, puede verse como una influencia angelical de Ezrael/Azrael en Salathiel, aunque este punto de vista de la espiritualidad no está confirmado por la iglesia católica.

Quien es el arcángel Salathiel: En la Segunda Causa de Reconocimiento del Culto de los Siete Ángeles, los padres eruditos del postulador explicaron que al verificar las diversas combinaciones del nombre se obtiene que: Salathiel, Saaltiel Saltiel o Sealtiel = son términos equivalentes. Su nombre contiene una pluralidad de significados: Oración de Dios, Plegaria de Dios u Abogado de Dios.

La iconografía cristiana que transmite la devoción a los Siete Ángeles lo describe con una cara humilde y resignada, los ojos inclinados hacia el suelo , los brazos cruzados en el pecho en una actitud de adoración y oración . Suplica y arrodíllate, era el lema que Antonio Lo Duca le había atribuido en las cortinas de la pintura del altar de Santa Maria de los Angeles y de los mártires en Roma.

Lo imaginamos con: El incensario de plata , con el que eleva a Dios las oraciones y las santas disposiciones de los hombres. La boca orante , en señal de peroración por su salvación.

En el cristianismo según las Escrituras bíblicas,en ninguna parte señalan que hay un ángel específico de la muerte, pero tradicionalmente el catolicismo ha identificado a San Miguel Arcángel como el encargado de pesar y llevar a las almas a la otra vida. Según la tradición, el arcángel Miguel se comunica con las almas en el momento de la muerte para ayudarlas a redimirse antes de morir.

Esta interpretación de un Angel orante, Salathiel, nos parece la mas conforme con su simbologia en un panteón, pero habria que preguntar al autor, Juan de Ávalos y Taborda, +2006, para saber a quién representa.

 

 

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