Como podemos clasificar a los ángeles?

Como podemos clasificar a los ángeles?

La versión tradicional se toma de Pseudo Dionisio en su obra Coelesti hyerarchia que desarrolla un esquema de tres jerarquías, cada una de las cuales alberga tres órdenes o coros.

En orden de potencia decreciente los coros son los siguientes:

Primera jerarquía: serafines, querubines, tronos.
Segunda jerarquía: dominaciones, virtudes, potestades.
Tercera jerarquía: principados, arcángeles, ángeles.

Pero saliendo de esta estructura podemos identificar los ángeles de los que llevamos hablando unos días.

Tenemos a San Miguel y sus ángeles, todos ellos bienaventurados que nos siguen protegiendo del enemigo. Es muy probable que, por su misión, los ángeles de la guarda estén en este grupo.

Los ángeles rebeldes, con lucifer a la cabeza y todos sus secuaces. Condenados a morar en la tierra, llamados demonios.

Están los ángeles dubitativos, los que todavía no han tomado posición ante la verdad revelada de que Dios se haría hombre y deberían adorarlo. Estos no son bienaventurados todavía y pueden pecar. En las revelaciones de Santa Francisca Romana se lee:

«Los demonios que no se declararon por Dios en la rebelión de satanás y quedaron como inactivos (dudosos), vagan por el aire y por la tierra tentando a los hombre; promoviendo muchas perturbaciones atmosféricas para cansar y disponer a la tentación de desaliento y enojo entre los hombres y prepararlos así al camino de las caídas graves»

Luego están los ángeles caídos que en época de Noé engendraron gigantes y la liaron de tal forma que tuvo que mandar Dios un Diluvio para lavar la faz de la tierra, o por lo menos de la parte contaminada. Estos fueron condenados a las tinieblas y no pueden salir de ellas.

Por esto y otras muchas razones que seguiremos hablando, es muy peligroso llamar a los ángeles, invocarlos, nombrarlos, ponerles velas, pensar que están para ayudarnos etc. Pues quedan millones de millones de ángeles que no son todavía bienaventurados y pueden, buscando su beneficio, pecar. La iglesia católica solo autoriza a mencionar a los tres Arcángeles conocidos por su nombre San Miguel, San Gabriel y San Rafael, y al Ángel de la Guarda, sin nombre, nada mas. Cualquier otra cosa va a ventura del incauto.

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