#05 En la esperanza nos sabemos salvados

Reflexiones sobre la Audiencia General del Papa Francisco el 22-02-1917

Leemos en la carta del Apóstol Pablo a los Romanos en el capitulo 8: “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

La naturaleza no es una propiedad nuestra de la que nos podamos aprovechar. La naturaleza es un don maravilloso de Dios, puesta en nuestras manos, para que podamos servirnos de ella reconociendo la huella del Creador. Pero rota la comunión con Dios, hemos infringido la originaria comunión con todo lo creado y hemos terminado por corromper la creación, sometiéndola a nuestra caducidad. Y desgraciadamente la consecuencia de todo esto está dramáticamente delante de nuestros ojos, cada día.

Estamos afrontando las consecuencias de haber dejado a Dios fuera de nuestras vidas. Pero al mismo tiempo, sabemos que hemos sido salvados por el Señor y se nos permite contemplar y pre-gustar en nosotros y en aquello que nos circunda los signos de la Resurrección, de la Pascua, que obra una nueva creación. Vemos hombres solidarios con quien sufre, con quien llora, con quien está marginado, con quien se siente desesperado…Y entonces sabe que estamos viviendo el tiempo de la espera, el tiempo de un anhelo que va más allá del presente, el tiempo del cumplimiento.

Sembradores de esperanza ayudar a todos aquellos tentados por la desilusión y el pesimismo, dejamos llevar por el lamento inútil, sin saber ni siquiera qué cosa pedir, qué cosa esperar… Pero una vez más viene para ayudarnos el Espíritu Santo, respiración de nuestra esperanza, el cual mantiene vivos el gemido y la espera de nuestro corazón. El Espíritu ve por nosotros más allá de las apariencias negativas del presente y nos revela ya desde ahora los cielos nuevos y la tierra nueva que el Señor está preparando para la humanidad.

Jose Gardener
Sembradores de esperanza

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